Sabemos que la calidad del aire es un elemento fundamental para el bienestar de todos los seres que habitamos este planeta, ya sea en nuestro hogar, nuestro trabajo o en lugares de ocio. Es por eso que es tan importante contar con un buen sistema de climatización y ventilación natural.

Sin embargo, no deja de ser un tema recurrente entre los usuarios. ¿Qué es mejor para mí y para las personas que conviven conmigo? ¿Cuánto se aconseja tener las ventanas y las puertas abiertas? ¿Cómo se logra una buena ventilación cruzada? Entre muchas otras preguntas.

 

Por eso es importante aclarar algunas cuestiones antes:

 

 

  • ¿Qué es la climatización? 

 

Esta consiste en preparar el aire mediante condiciones de temperatura, humedad y limpieza adecuadas para las personas dentro de los espacios según la época del año. Lo que conocemos como calefacción en invierno y refrigeración en verano.

 

 

  • ¿Qué es la ventilación natural?

 

Es la que permite que el flujo del aire exterior consiga que las temperaturas se mantengan en niveles de confort de manera que se utilice de forma razonable y consciente el sistema de refrigeración en verano.

 

El principal  inconveniente de la ventilación natural es la dificultad de regulación, ya que la tasa de renovación depende de las condiciones climatológicas y de la superficie de las aberturas de comunicación con el exterior. La climatización trata el aire con independencia de las condiciones climatológicas exteriores. La gran ventaja de aprovechar condiciones climatológicas para ventilar, es el evidente ahorro de energía.

 

El principal beneficio de ventilar de forma natural es que las personas por lo general se sienten mucho mejor en un espacio con ventilación natural. Sin embargo, en muchas ocasiones, esto no es posible, por ello contar con un buen equipo de climatización es importante, desde el punto de vista de calidad y, por supuesto, teniendo en cuenta su eficiencia energética, que nos permitirá ahorrar y ser más respetuosos con el medio ambiente.

 

Otros beneficios de la ventilación son:

 

 

  • Se renueva el aire de los espacios interiores. Hay que abrir las ventanas y que entre el aire fresco.

 

 

 

  • Contribuye a que desaparezcan partículas como hongos, bacterias o ácaros. Estos normalmente se encuentran en alfombras, cortinas, etc., y en la mayoría de los casos, somos las personas quienes terminamos respirándolos.

 

 

 

  • Libera el aire interior de partículas nocivas para la salud, como el humo de cigarrillos o velas de parafina, barnices y pinturas, entre otros.

 

 

Además de una adecuada ventilación, una adecuada climatización del espacio interior es fundamental para lograr que, dentro de los edificios, las personas tengan un adecuado confort térmico.


Disponer de un buen sistema que pueda regular factores como la  temperatura, la humedad y la velocidad del aire, en función de cómo sea la distribución de los espacios y las necesidades de sus ocupantes es clave para asegurar el confort y la salud de las personas. ¡Por eso en Greenhaus estamos preparados para ayudarte con la climatización de tu hogar, obra o edificio!